VAMOS MEJORANDO Y VISITAS A LA MURALLA Y AL ANILLO OLIMPICO.

Hoy tocaba llevar los papeles al Ministerio para su legalización, y esta vez hemos tenido que ir nosotros, y finalmente he subido yo porque como me ha dicho Susana desde 2008 quieren ver la cara de uno de los solicitantes y en este caso me ha tocado a mí, a Olatz le ha tocado quedarse con la fieras, aunque de todas formas la de la ventanilla ni me ha mirado.

 

De ahí a la Gran Muralla, pero antes la parada de rigor en la fábrica de perlas, explicación de como se hacen y luego pase por la tienda para ver si "picas". Total que como cuando Ane ya estuvimos y no teníamos ningún capricho en concreto pues nada de vacio y camino adelante.

 

Al llegar a la Gran Muralla, hemos estado en la que no tiene teleféricos y cuando Ane también estuvimos ahí, Olatz ya ha dicho que ella subía hasta la primera Atalaya para hacerse las fotos y luego como había que quedarse con los niños pues que ella se "sacrificaba". Ane finalmente también ha preferido quedarse y María y yo nos hemos lanzado a escalar la muralla, y cuando digo escalar es escalar porque sobre todo en la primera parte los escalones son realmente grandes. María ha empezado muy briosa y aunque yo le decía que fuera despacio y callada, algo imposible en ella, quería pasar a todo el mundo y un anciano, cuando le ha pasado le ha dicho algo, supongo que algo del tipo de "más sabe el diablo por viejo que por diablo", y al cabo de poco a la pobre le ha dado un sofocón de los importantes y en medio de la cuesta se ha parado diciendo que no podía más.

 

Le he intentado tranquilizar y que tomara aire, pero lo único que decía era que no podía y que se quería bajar, en eso ha pasado el anciando y mirándole se ha echado unas risas. Luego ha pasado un chico que le ha dado agua, porque el torpe de su padre no se puede aplicar el refrán del anciano y se le había olvidado el agua abajo, después del trago de agua ya se ha recuperado, y total que con un pequeño descanso hemos hecho la ascensión hasta la cuarta atalaya, que es la que tiene como una casa, previo paso por la tienda (en mitad de la cuesta) en la que te graban el nombre en unas medallas por un módico precio y que dan fé de que has subido por lo menos hasta ahí, y también les han caido a Ane y Jon por su pequeña ascensión.

 

Las vistas son espectaculares desde esa parte de la gran muralla, y es recomendable porque como nos ha dicho Susana, al ser la más dura es la que menos gente y aglomeraciones hay, y en China cuando se habla de aglomeraciones es algo serio.

 

Después a comer en el restaurante del camino de vuelta y al anillo olímpico, hemos visto las instalaciones del nido y del cubo, y la verdad es que son increibles. Hay que reconocer que hicieron un gran trabajo.

 

Luego camino de vuelta al hotel, y cuando se ha ido Susana, pequeño descanso en la habitación, y vuelta a la calle hacial la zona peatonal, pondría el nombre de la famosa calle pero ahora tengo un poco perdido el chino, mi hijo me lo consume todo (quién me iba a decir a mí que a estas alturas me iba a poner a aprender chino)

 

Jon está mejorando, tanto en el tema físico, tiene la piel mucho mejor ya que los efectos de la crema hidratante están empezando a surtir efecto, el labio y el paladar ni nos damos cuenta que lo tiene mal, salvo que en el desayuno el tragaldaba de él se mete el arroz de una forma, que de vez en cuando se le va algún grano para arriba, como en el emocional, hoy ya nos ha dado un beso, aunque a veces yo creo que al pobre no le queda otro remedio porque lo tenemos abrasado y yo creo que lo hace para que lo dejemos en paz, bromas aparte hemos notado un gran cambio, aunque a veces saca ese caracter indomable que tiene que hace que se vuelva ingobernable, todo llegará.

 

En las fotos de hoy, una de María antes de su escalada a la muralla, fijaros que la casa que se ve arriba es a la que consigue llegar (pese a su mal comienzo), como de los tres jinetes de la apocalipsis que tenemos en plena juerga, parece que Jon las tiene dominadas.