martes, 12 de octubre de 2010

VUELTA A CASA

Tras la visita a Xi´an y la vuelta a Beijing, llegó la hora de preparar las maletas, sacamos todo lo que teníamos y organizamos las maletas dividiendo todo entre las diferentes maletas. Bajamos a realizar el último desayuno en China y terminamos con las maletas.
El avión no salía hasta las 01:20 de la madrugada y Susana nos había dicho que vendrían a recogernos a las 21:00 y el hotel permitía que estuvieramos en la habitación hasta las 21:30 (en un post posterior comentaré diferentes cosas del viaje como los aviones, hoteles,...) con lo que una vez hecha las maletas nos fuimos a dar una vuelta y a comer por allí.

Estuvimos por la calle Wangfujing haciendo alguna compra de última hora y luego fuimos a comer al restaurante australiano que hay en el hotel Beijing, no es barato pero la comida es muy buena y ya apetecía comer un buen entrecot con su jarrita de cerveza.

Ya después de la comida dimos la última vuelta por allí y nos fuimos hacia el hotel para descansar un poco antes de ir para el aeropuerto.

Al llegar al aeropuerto nos despedímos de Susana, ya que hay que pasar un control de pasaportes para poder acceder a la zona de facturación y nos fuimos para adentro. Definitivamente ese no fue el día de la chica que nos atendió en la facturación.

Para empezar, se les estropearon las cintas de portaequipajes y de repente iban y de repente no. Larga espera hasta que nos tocó, cuando nos llegó el turno, la simpática no tiene otra cosa que decir que Jon no puede viajar porque no tiene billete de vuelta!!!!!!!!!!!! Tuvimos que explicarle que no iba a volver (por lo menos en una larga temporada), que era una adopción y ella no se convencía, finalmente se llevó el pasaporte a donde parecía que había una encargada, que volvió con él diciendo que no había problema.

Luego, cuando conseguimos que todo fuera para adelante, me hacen entrar en la zona de la cinta porque el de seguridad había detectado en una de las maletas algo sospechoso. Lo sospechoso en cuestión era el bote del Dalsy, y venga a dar explicaciones de que es un medicamento para los niños, todo ello además en inglés (que entre el mío y el del de seguridad pues eso), finalmente conseguí convencerle y me dijo que tenía que volver a pasar la maleta por facturación, había que ver la cara de la simpática. Total que me mandó a otra cinta a mandar la maleta, después no nos había dado las tarjetas de embarque para el vuelo Bruselas - Bilbao, otra vez excusas de que no podía por un fallo del sistema (se le había pasado,y con el follón que tenía paso de volver a hacerlas) y luego bronca porque de los cinco a uno le había puesto en otra fila (en el avión un chico nos cambió el sitio para estar todos en la misa fila) y todo esto aderezado por una casqueta monumental de Jon porque estaba sentado en la silla y no le dejábamos salir (ántes se había largado a descubrir el aeropuerto).

Además les pedímos si podíamos llevar la silla gemelar hasta el avión para que los niños pudieran descansar un poco y recogerla en Bruselas, que sí que no había problemas, bueno por fín algo positivo. Eso sí de la silla en Bruselas "na de na".

Por último, la maleta del Dalsy no llegó a Bilbao con nosotros, afortunadamente para los que habíamos traido regalos llegó unos días más tarde.

La llegada al aeropuerto estuvo muy bien, además según bajó el avión de las nubes tuvimos la suerte de ver Donostia desde el cielo, con un montón de amigos y de familia esperando al nuevo miembro y después todos a comer por ahí.

Eso sí, como comentaré en otro post el viaje fue muy bueno.

lunes, 4 de octubre de 2010

TURISMO

Aunque ya hemos llegado a casa, y no pude escribir desde allí los últimos dos días, voy a contar en varios post, los últimos días en China.


Como decía en el anterior, nos fuimos a Xi´an después de recoger el visado en la embajada. Al llegar allí nos alojamos en el hotel, que nos costó un montón llegar porque el tráfico era espantoso, y quedamos con Susana para dar una vuelta por allí y si se daba el caso cenar algo.



La situación del hotel era buenísima, ya que estábamos a un paso del barrio musulmán de Xi´an, un sitio realmente alucinante, con muchísima gente por la calle y tenderos en mitad de la calle vendiendo sus productos. Era increíble pasear por allí y ver el ambiente que había en la calle. Después del paseo, tocaba cenar y esta vez Susana nos comentó de cenar en algún local de allí, pero finalmente acabámos en un Mc Donald que había junto al hotel y ella se fue a cenar la comida típica de allí (que por lo que nos dijo debe ser bastante picante).
Como habíamos quedado a las 8 de la mañana para empezar la visita a la ciudad, subimos a la habitación y todos a la cama que estábamos cansados, después del miedo del viaje en avión con Jon, la verdad es que se portó bastante bien.












Obviamente para poder estar a las 8 en la entrada del hotel, el madrugón para movernos fue importante, ya que con el nuevo miembro de la familia sumamos cinco y ya sólo el desayuno es una epopeya con lo que quiere cada uno.






Lo primero que fuimos a visitar de Xi´an fue la pagoda de la oca, que ella decía que era de la golondrína. Muy impresionante sus 7 pisos de altura a los que hay que subir en el coche de san fernando, un poquito a pie y otro andando. Encima el pequeñajo es de los que tienen que hacerlo todo ellos y claro siete pisos con sus respectivas escaleras y diferentes objetos por el camino se le hicieron muy atractivos al pequeño buda este. La pagoda es budista y las vistas desde arriba son maravillosas y eso que el tiempo no era muy bueno porque estaba nublado (en Xi´an no tienen tanto problema con la contaminación porque es una ciudad más turística).



De allí y después de recuperarnos de la subida, fuimos a ver la muralla de Xi´an, viendo esta muralla se puede entender porque esta ciudad tenga 2200 años. Tienen la muralla muy bien conservada y se puede dar un paseo por ella tranquilamente, bueno tranquilamente si no tienes al pequeño barrabás corriendo de un lado para otro como un loco (la verdad es que el pobre no ha tenido muy buenos planes, ya que eso de estar de visitas, compras, etc, no son la mejor de las opciones para un niño de 4 años) y aprovecho con sus hermanas para tener un momento divertido.

Ya después de las risas que echaron y de las carreras, nos fuimos camino de los guerreros de Terracota. Justo al llegar allí, hay un gran montaje de tiendas y sitios donde comer, aprovechamos para comer en uno de esos restaurantes y nos fuimos andando hasta la entrada de los guerreros de Terracota.

Era increible ver la cantidad de gente que había, y eso que nos dijeron que no había mucha que para el día siguiente esperaban unas 50000 personas. Poco a poco fuimos andando hacía los edificios del complejo, tienen 4 edificios, un museo y 3 zonas de excavación.

Entramos primero en el edificio de excavación 1 y lo que vimos es indiscreptible, por mucho que ves en las fotos o en programas en la tele, el estar allí viendo sólo una pequeña parte de lo que debe haber escondido bajo el suelo parecía increible. La tumba del Emperador dicen que tiene una longitud de 10 km, y allí sólo había tres excavaciones, siendo la más grande de unos 500 metros aproximadamente. Todavía podrán sacar muchos tesoros de allí. Pero el mayor tesoro de todos fue ver la cara de María, cumpliendo un pequeño sueño que tenía y que se había ganado por lo buena que es.

De alli al aeropuerto, y aunque el avión salió con una hora de retraso, llegamos al hotel a Beijing para descansar y preparar las maletas el día siguiente.