martes, 10 de febrero de 2009

EL VIAJE: JUEVES 13/07 LA PROVINCIA

Llegamos al jueves y el tiempo en la provincia se acababa, el viernes recogeríamos los papeles del registro, el pasaporte de Ane y el sábado para Beijing. Pero bueno, no nos adelantemos, ese jueves teníamos una de las visitas más impresionantes de la provincia, las cataratas Huangguoshu, que son las más altas de Asia.

Tras el desayuno en el Hotel, estaba esperandonos la furgoneta en la entrada del hotel, cogimos algunos platanos en el desayuno para el viaje, ya que nos dijeron que serían cerca de dos horas (y la verdad es que acertaron) y nos montamos en el coche. Pese a que un tramo era por autopista y el tráfico era muy bajo, la velocidad era lenta, para rato ibamos a andar nosotros así por aquí. Por el camino pudimos ver algunas cosas curiosas de la provincia, como sus campos de arroz y sus pequeños montes, que parecían a los que hacen los niños en la playa

Otra cosa curiosa que pudimos ver mientras íbamos hacia las cataratas fueron los cementerios que montan en las laderas de los montes, es una pasada ver en los montecitos, pequeños cementerios con una o dos tumbas y en el monte de al lado otros y así durante varios kilómetros.

Estaban ampliando la autopista y para ir haciendo la carretera usaban martillos enormes para romper las piedras y los que la construían vivían debajo de los puentes, por algo dicen que es una de las provincias más pobres de China
Tras el paseito en furgoneta por fin llegamos al parque natural de las cataratas, un parque protegido. Todo estaba cuidado al detalle, el sitio era precioso y para llegar a las cataratas había una caminata bastante larga, aunque por lo menos estaba protegida por árboles y se agradecía por el fuerte calor que hacía. En la foto se ven las cataratas a lo lejos.

Tras el largo paseo, por fin llegamos a la parte de abajo de las cataratas y era espectacular, la humedad, parecía que estaba chispeando, y sobre todo el ruido del agua cuando caía eran increibles, realmente mereció la pena el "paseito".

El rato que estuvimos abajo sirvió para descansar y de paso Olatz volvió a hacer un intento de acercamiento a Ane, pero el intento lo podéis ver en la foto, esta tía es una cabezona y cuando no quiere algo, no hay manera.


Tras el descanso y como teníamos una guía que estaba casi también de vacaciones con nosotros, nos dijo que se podían visitar las cataratas por dentro, que había un camino con el que pasabas a traves de unas cuevas por dentro de la catarata. Y como no puede ser de otra forma, pues allí que fuimos. En este punto casi me quedo sólo porque lo que no nos dijo, es que había otra buena caminata y esta vez no estaba protegida por la sombra de los árboles, y casi se me mueren las chicas en el intento (pero aguantaron como unas jabatas, no sin alguna queja) pero mereció la pena estar allí dentro.



Después del último paseo vimos una actuación de la etnia Miao y nos hicimos las típicas fotos con ellas.

Y como no, después de esta superexcursión tocaba la comida, pero antes de comer nos llevaron a ver un pueblito cercano a las cataratas, fue una de las experiencias más duras del viaje, en este pueblo el agua corriente brillaba por su ausencia, había un riachuelo que pasaba por la mitad del pueblo con una anchura de un metro y medio de ancho, casi sin agua y que era el lugar donde acababa toda la basura, nos acercaron a una casa en la que salió una señora que por lo menos tendría mil años y nos querían enseñar su casa, aquello nos pareció demasiado, no queríamos entrar en la intimidad de aquella familia como si fueramos los niños ricos que tienen derecho a todo. Les dijimos a las guias que nos parecía demasiado, que se disculparan ante la familia pero que nos teníamos que ir. Aquello fue duro, porque pudimos ver la pobreza real de cerca (al día siguiente también lo vimos de cerca, pero eso lo dejo para otro post) y más cuando en el parque de las cataratas había un helipuerto para cuando las autoridades querían visitar las cataratas no tuviesen que hacer el viaje en coche.
El caso es que nos fuimos a comer y allí también pudimos comprobar la hospitalidad de la gente, el restaurante al que nos llevaron estaba no muy lejos del pueblo. Era el típico restaurante de pueblo, como muy familiar todo la comida muy casera y el trato fue muy bueno, como anecdota a la hora de pedir la comida les dijimos si tenían Coca Cola, el camarero fue a la barra y se les había acabado. Entonces el dueño cogió una moto que tenía fuera y se fue a buscar una coca cola a otro sitio, aunque les dijimos que no importaba, pero allí que se fue.

Pero el día no acabó así, ese jueves pese a la bronca que le había montado a la mañana en las cataratas, Ane ADOPTO a Olatz y, por fín, no sólo le dejó acercarse sino que además le dío un beso. Fue el primer acercamiento que aunque luego hubo pasitos hacia atras eran para coger carrerilla. UN GRAN DÍA, y después dormimos todos como campeones

1 comentario:

Elén dijo...

Que pasada de lugar... mi viaje fue maravilloso, pero no vi esos paisajes... a la próxima.

Voy a comenzar mi colcha de los 100 deseos, ya se que es un poco tarde, porque Candela está conmigo desde hace más de cuatro años, pero hasta ahora no me había decidido en serio.
si os apetece participar, pasaros por mi blog, allí está mi mail.
Me encantaría llegar a los 100 retales...
un saludo
Elén