Llegamos al final del viaje a Guizhou, la noche anterior tuvimos que recoger todo y preparar las maletas, bajamos a desayunar por última vez, el avión salía al mediodía, pero ántes de esto no podía faltar una foto en el lugar donde nos reunimos por primera vez toda la familia, o por lo menos una parte de ella a la espera de Jon (animo CC.AA) o Malen. Ese lugar nunca lo olvidaremos.
Después de esos momentos que nunca olvidaremos, tomamos camino del aeropuerto y después de facturar las maletas llegó el momento de las despedidas. Allí dejamos a Ping, la interprete del dialecto de la provincia a Mandarín.
También nos despedimos allí de María, nuestra guía en la provincia y traductora de mandarín a castellano, ya que cuando llegamos a Beijing, ella se despedía de nosotros y tendríamos la guía del resto del grupo.
Durante el viaje en el avión (unas 3 horas aproximadamente) Ane estuvo de maravilla, y se echó una siesta mundial que me dejó el brazo totalmente dormido, pero verla tan tranquila hacía que nada más importara. Sobre todo porque su primer viaje en avión podría haber resultado con una gran casqueta y todos los viajeros deseando que nos bajasen (afortunadamente parecía que había viajado durante toda su vida en avión).
A la llegada a Beijing, teníamos una furgoneta esperándonos ya que nuestros amigos todavía tardarían una hora más en llegar y el BLAS quería que les esperáramos ya en el hotel, todo un detalle por su parte. Nada más llegar a Beijing, una de las cosas que más nos llamó la atención, a parte del calor, fue el olor, había desaparecido ese olor tan fuerte, característico de la provincia.
LLegamos al hotel, el TIANLUN DINASTY HOTEL (una maravilla por cierto), en el mismo centro de la ciudad y subimos a la habitación para ir preparando las cosas y luego bajamos a ver un poco el hotel y esperar a nuestros amigos.
Al rato llegaron nuestros amigos, Jose Angel y Miriam con Maddi y Marije e Iñigo con Irati, todos estaban muy bien y las niñas eran preciosas (como todas o por lo menos las nuestras, o eso decimos todos, no?). Tras los abrazos, besos y demás subieron a la habitación a dejar las cosas y luego salimos a dar una vueltita por la zona y a comentar las cosas que nos pasaron a cada uno en la provincia. Después un poquito de cena y a la cama que el día había sido duro.
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