miércoles, 22 de abril de 2009

EL VIAJE: VIERNES 21/07 LA VUELTA A CASA

Y llegó el día de la vuelta a casa. Fue un momento raro, ya que se juntaron las ganas de ver a nuestra pequeña en su casa, en su habitación y con todas las cosas que le habíamos comprado, con lo bien que lo estábamos pasando en nuestra estancia en China.

Como había comentado con anterioridad, para nosotros el viaje fueron como unas vacaciones, ya que Ane se encontraba muy bien y María se encontraba con nosotros. Obviamente también teníamos las preocupaciones lógicas de la adaptación de Ane a nosotros y en especial a Olatz que como también ya hemos comentado en otro post fue especialmente dura en los primeros días del viaje (hasta Beijing no se terminó de soltar con ella).


El caso es que como todo en esta vida llega y la vuelta se hizo realidad. Allí nos plantamos en el aeropuerto las familias dispuestas a un viaje de vuelta con muchos nervios, sobre todo para Iñigo y Marije y Jose Angel y Miriam, ya que para ellos además sería el reencuentro con sus niños mayores, que no viajaron con nosotros.

Después de la despedida de nuestra guía en Beijing Teresa, cogimos camino para el avión y al llegar allí tuvimos la gran suerte que nos tocaron dos de las cuatro cunas que tenían en el avión, con lo que después del despegue nos las montaron y pudimos poner a las pequeñas para que descansasen ellas y nosotros.





A mí me toco en un asiento de la esquina con María y una señora que llevaba unos bombos africanos, la señora no se levantó del asiento en todo el viaje y me estuvo hablando en su perfecto inglés (suyo, porque el mío es un desastre) que se iba a Londres a visitar a un hijo que estaba estudiando allí.



Tras el viaje del avión por fin llegamos a París, allí paso por las aduanas y a cambiar de terminal para coger el vuelo a Bilbao. La espera no se hizo demasiado larga y en no mucho tiempo estábamos preparándonos para coger el vuelo.


El viaje a Bilbao fue maravilloso, nada más montarnos en el avión caímos todos en brazos de morfeo, de hecho creo que no llegué ni a ver el despegue del avión y el aterrizaje en Bilbao por los pelos. Estábamos ya todos hechos polvo y el viaje estaba pasando factura.

Llegada a Bilbao, bajamos del avión y a recoger las maletas, entramos en el area de recogida y allí estaban esperandonos algunos de la familia. Aunque justo al bajarnos del avión y conectar el móvil mi cuñado Javi le llamó a su hermana para que escuchara "el Centenario" que es el comienzo de las fiestas de Rentería, el pueblo de donde es Olatz. Vaya llegada a casa.

Como decía en el aeropuerto más emociones, primero la despedida de nuestros amigos y luego el reencuentro con la familia o por lo menos con parte de ella. Tras los besos, y el conocer fisicamente a Ane (virtualmente ya le conocían gracias a la maravilla de internet, ya que nos conectábamos todos los días para pasar el informe y que nos vieran), cogimos el coche y vuelta a casa.

Al abrir la puerta, ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡SORPRESA!!!!!!!!!!!!! nos habían decorado la entrada de la casa para darnos la bienvenida. Muy bonito y que nos dió mucha alegría ver como se habían acordado de nosotros. Eran las diez de la tarde y habíamos hecho un viaje largo con lo que necesitábamos descansar porque al día siguiente teníamos comida familiar y presentación de Ane a la familia.



Como no podía ser de otra forma el viaje nos había dejado hechos polvo y estábamos cansados pero con lo que no habíamos contado era que a las 4 de la mañana las dos enanas se levantaron pidiendo guerra y no habíamos contado con el cambio horario que teníamos con respecto a China.

Para ellas ya era de día y nosotros estábamos muertos, pero que se le va a hacer es lo que toca cuando eres padre, o no.



A partir de este momento empieza otra historia y otro viaje que aunque diferente no tiene nada que envidiar a este que os he contado. Seguiré contando en esta página la espera de nuestra siguiente asignación y el futuro viaje.

1 comentario:

Elén dijo...

Que envidia, os pusieron cunitas en el avión...
nosotros sólo éramos 3 familias y se supone que estaban pedidas, pero sólo se lo pusieron a una, las otras dos peques tuvieron que conformarse con los brazos.

Por cierto, necesitaría una ayudita. He publicado un libro en la Adopteca, que sólo he encontrado en vasco. Como la portada tiene tan buena pinta, a pesar de no entender el texto resumen, lo he colgado.
¿podríais hacerme la traducción? son tres párrafos y podéis poner la traducción en los mismos comentarios, y luego ya lo pongo yo en el post.
ya de paso contadme si lo habéis leído, lo tenéis o lo habéis visto en alguna librería.
saludos
Elén